Los quistes odontogénicos no presentan síntomas previos y pueden descubrirse a través de imágenes radiolúcidas en exámenes radiológicos de prevención o rutina. En la mayoría de los casos, este tipo de lesión crece lentamente, pudiendo llegar a perforar las corticales óseas y produciendo crepitación al palpar la zona. En los casos más graves, puede crecer de forma desmesurada y provocar una asimetría facial.
Aunque todos estos quistes no suelen ser tumorales, es importante prestarles atención para que no causen problemas mayores. Como siempre recordamos, las revisiones periódicas al dentista pueden prevenir y localizar a tiempo problemas que con el tiempo pueden llegar a ser mucho más perjudiciales para la salud.
Un traumatismo facial, también llamado traumatismo maxilofacial, es cualquier traumatismo físico a la cara. El traumatismo facial puede implicar lesión de tejidos blandos, tales como quemadura, laceración, contusión o fractura de los huesos de la cara, como una fractura nasal y fractura mandibular, así como traumatismos tales como una herida ocular. Los síntomas son específicos para el tipo de lesión; por ejemplo, las fracturas pueden implicar dolor, hinchazón, pérdida de función, o cambios en las formas de las estructuras faciales.
Los huesos faciales comúnmente lesionados incluyen al hueso nasal (de la nariz), al maxilar superior (el hueso que forma la parte superior de la mandíbula), y el maxilar inferior (la mandíbula). La mandíbula puede fracturarse en su sínfisis, cuerpo, ángulo, rama y cóndilo. El cigoma (pómulo) y el hueso frontal (frente), son otros sitios de fracturas.
A principios del siglo XX, René Le Fort trazó ubicaciones típicas para las fracturas faciales, éstas ahora son
conocidas como fracturas de Le Fort I, II y III.
Los mecanismos de lesión como caídas, agresiones, lesiones deportivas y accidentes de vehículos son causas comunes de traumatismos faciales en los niños, así como en los adultos. Contusiones por asaltos, golpes de puños u objetos, son una causa común de lesión facial. El traumatismo facial también puede ser el resultado de lesiones de guerra tales como disparos y explosiones. Ataques de animales y lesiones relacionadas con el trabajo, tales como los accidentes de trabajo son otras causas. El traumatismo vehicular es una de las principales causas de lesiones en la cara. El traumatismo comúnmente ocurre cuando la cara golpea una parte del interior del vehículo, tales como el timón. Además, las bolsas de aire pueden causar abrasiones en la córnea y laceraciones (cortaduras) en al cara cuando se despliegan.
Las fracturas de los huesos faciales, al igual que otras fracturas, pueden estar asociados con el dolor, moratones y la hinchazón de los tejidos circundantes (tales síntomas también pueden ocurrir en ausencia de fracturas). Las fracturas de la nariz, la base del cráneo, o el maxilar pueden estar asociados con profusas hemorragias nasales.
Las medidas para reducir el traumatismo facial incluyen leyes que hacen cumplir el uso del cinturón de seguridad y la educación pública para aumentar la conciencia sobre la importancia de los cinturones de seguridad y cascos de motocicleta. Los esfuerzos por reducir el manejar bajos los efectos del alcohol son otras medidas preventivas; se han propuesto cambios en las leyes y su aplicación, así como los cambios en las actitudes de la sociedad hacia la actividad. La información obtenida de los estudios de la biomecánica se puede utilizar para diseñar coches con miras a la prevención de lesiones en la cara.